Panem et circenses

Hemos comenzado la entrada de hoy con una locución latina que significa «pan y circo» (en este caso, fútbol…), puesto que, para much@s (demasiad@s…) con «la cuarta» ya se han arreglado todos los problemas de Barcelona, de Catalunya, de España, de Europa, del planeta y del Universo entero (y parte del extranjero…).

Durante mucho tiempo, exactamente 40 años, hemos sufrido en España una dictadura en la que se mantenía aletargado y narcotizado al pueblo español con (entre otras cosas…) las Ligas y Copas de Europa de un determinado club de fútbol que viste enteramente de blanco. Ahora las cosas han cambiado…¿o no…? Pues, a mi entender, lo único que ha cambiado es… el color de la camiseta del equipo de fútbol del gobierno. Seguimos en una dictadura en la que la gente sale más a la calle por una victoria de «los suyos» que por las cosas verdaderamente importantes…

Esta foto que os he colgado aquí encima es obra de un servidor (y bloguero) y la capté en los jardines de la Plaza Cataluña de Barcelona, adonde me encaminé el pasado viernes por la tarde, acompañado de mi queridísima Asun, colaboradora y secretaria de este blog.

Fuimos en solidaridad con l@s indignad@s que allí siguen acampando, para ver si habían vuelto a montar sus tiendas y toldos, sus comités y sus asambleas… y lo que ví es que este IMBÉCIL

naZi-Onanista catalán

el «honorable conseller de Interior de la Generalitat de Catalunya», el señor Felip Puig, había conseguido algo que nos parecía casi imposible: unir a más gente indignada en contra del poder establecido y revitalizar un movimiento que casi tod@s estábamos viendo languidecer…

El caso es que vimos multitud de eslógans:

de consignas,

de rabia contenida,

de indignación a flor de piel,

de humor inteligente,

de «himnos» de fútbol,

de frases célebres,

de gente indignada coreando consignas y aporreando cacerolas:

Pudimos ver al gran Paco Ibáñez dando vueltas por allí y gente fotografiándose con él… Niños, mayores, jóvenes de todas las edades acudieron en masa a apoyar una causa que consideramos justa… y, sobre todo, en contra de la fascista intervención de la «policía autonómica catalana»:

¿Te excita recibir órdenes? ¡HAZTE MOSSO!

 Hay un cambio fundamental en el ideal de vida. Si lo que se está llamando es al terror de perder los privilegios de la sociedad de bienestar, cuando pocos tienen un trabajo estable, llega un momento en que te rebotas. De la caída de esa falacia ha surgido todo esto. La gente ha perdido el miedo a la falacia de que vamos a perder el tren de Europa. Nos damos cuenta de que están gobernando multinacionales y los órganos que las favorecen, llámense Europa o FMI (Entrevista a Carlos Pardo y Santiago Auserón, en la edición de hoy del diario Público).

Esto ya no lo para nadie. Más tarde o más temprano, los políticos de turno tendrán que hacer caso al pueblo

en vez de a los especuladores y a los mercados, que son los que nos han llevado a la presente situación:

No nos dejemos doblegar por los «tigres de papel» político-financieros y hagamos caso a los clásicos:

Quien tiene la voluntad, tiene la fuerza (Menandro).